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13 de enero de 2019

La casa del juego y otras aventuras.

Éranse una vez dos niñas preciosas y buenas, aunque algo traviesas, porque querían salir de un juego para entrar en otro. Ese sábado, Marta y Carla, después de comerse el puré, el pescado, la fruta y los flanes de postre, no encontraban a qué jugar. Convencieron a sus padres para ir a los Bosques de la Aventura del Invierno de después de la Navidad.

Marta y Carla, dejaron a sus padres en la entrada del campo, cerca del coche, y les prometieron que iban a venir pronto a por la merienda. Para distraerlos, les dieron unas piruletas de fresa y de chocolate a cada uno y así los dejaron medio embobados a cada uno -¡Qué bien!- dijeron canturreando. Marta les regaló además unos dibujos y una paleta de colorines. Los padres estaban medio enamoraditos así, y no se daban cuenta de casi nada. Les dijeron a las niñas que ellos iban después, más tarde. Ellas cogieron sus móviles para niños y ya está.
El aire fresco, la luz tibia del sol, las nubes frías y la gotitas de agua que daban en el cristal del coche hacían a los padres irse durmiendo más y más. Iban comiéndose las piruletas de las niñas para despertarse y dejaron que las dos se metieran en el bosque.
La hermana mayor, Marta, llamaba de vez en cuando al padre para decir que estaban "bien, muy bien, muy bien y requetebién" -les decía- y los dos mayores se olvidaban, poniendo música y haciendo las cuentas de la casa. La madre, también se distraía pintando los dibujos de sus hijas y chupando la piruleta de chocolate de Carla, que era la más rica de todas.
Mientras tanto, caminando por la hierba, Carla vio un caserón viejo abierto y entraron porque empezaba a hacer más frío.
Allí dentro, una muñeca de trapo llamada Lita, las recibió hablando en español, inglés, chino y sonriendo muy contenta. La muñeca era saltarina y parecía algo loca, pero no era mala, sino que estaba tan solita allí con su tía Solita que se divertía con cualquier visita.
La tía era algo anticuada y andaba todo el día con un tocadiscos bailando yeyé, swing y haciendo dulces para los que entraban en la gran casa.
La muñeca les presentó a sus amigos, el Caracol Gunto y el Perenquén Quen, que siempre hablaba con la lengüita fuera.



Contentos, empezaron a jugar con los juguetes que las niñas traían en una bolsa de los Reyes. El Perenquén Quen saltaba jugando al parchís y desparramaba las fichas por ahí. La muñeca Lita, tiraba el dado tan fuerte que rompía los vasos de la tía. Las niñas se daban cuenta de que no sabían jugar, pero se reían de las cosas que hacían Ken, Gunto y Lita. Luego, vino a jugar la tía Solita, que también fue a darles refrescos y galletas.

A la tía no le importaba que la casa estuviera desordenada, sino la fiesta y el jolgorio. Puso más y más refrescos y el tocadiscos a todo volumen. Cantaba algo del corazón contento y de que era una chica yeyé. Eso hacía reír mucho a Carla, porque Solita iba con un traje de flores como de cortina, unos botines rojos y el pelo hecho una gran coleta.
Los padres de las niñas se habían asustado todo ese rato porque ya no llamaban por móvil y las estaban buscando por un cultivo de papas, justo en la casita blanca de al lado, hasta que una señora del campo les dijo: -¡¿pero ustedes no oyen la música de la casa esa de allí?! ¡A mí me trae loca! ¡Esta gente de la ciudad ya no escucha ni la radio!-  llegó a decir la señora del terreno de papas.-



-Deben estar jugando con la chiflada esa de doña Solita,  mi sobrina- añadió la señora, mientras terminaba de hacer un gofio escaldado. -Tomen un poco de gofio para que les dé fuerzas. Aquí tienen unos vasos de hierbabuena para que entren en calor-. Así iba diciendo la señora Tomasa, porque ella era muy trabajadora y no dormía sino cuatro horas y siempre había sido una mujer de campo inquieta. Tomasa era buena y eso sí, algo gritona. También, les dio un cacho de queso de cabra para ellos y para Solita.

21 de noviembre de 2015

Cuentos Sin Rumbo: "Noticias Si-Cata"

"Servicios Informativos - Cuatro y Siete de la Tarde-" (SI-CATA-)

Una ola de dignidad recorre los países y regiones de todo el mundo. Diversos colectivos vecinales, asociaciones de animales sin fronteras y Mosquitos Distinguidos Unidos para el No Picar (MUPANOPI) han decidido cambiar el nombre de sus capitales por el de personajes ilustres, que a lo largo de la historia han hecho alguna que otra cosa a favor de otras personas, como, por ejemplo, sacarse una foto con un muñeco sonriendo, comprar la lotería o cualquier cosa que no fuera muy muy egoísta (como sólo estar fumando cigarros puros).
Así, la ciudad de México DF, pasará a llamarse durante unos días Charles Dickens DF (CDDF), aunque algunas comunidades han señalado que esto dará pie a muchas confusiones con respecto a los cedés y DVDs que tienen por casa o en los almacenes.

Otras ciudades y pueblos, como Washington DC, han decidido llamarse Mira Qué Guay (MQGDC), no porque Washington no fuera un presidente de aquellos de antes, de buena compostura, sino sólo por cambiar el nombre unos días.
Sin embargo, no habrá cambios en ciudades con nombres norteamericanos bonitos, como Philadelphia o Charleston, ya que dicen que una es como el queso y la otra, como el baile de hace casi un siglo.
Países de la Conchinchina han decidido, por unanimidad, junto con la Asociación de Curas, Monjas y Budistas de Playas y Compradores de Golosinas Desconocidos (Mezclareligio) abrir una cuenta de monedas de chocolate y dispensar con refrescos variados gratuitos a cualquier persona que deseara bañarse en las bahías de los Mares de Oriente. La idea también ha sido bien acogida en los Montes Apeninos, en Siberia y en La Antártida, donde cientos de personas se han congregado no sin algo de frío, muy cerca del interior, para demostrar su aceptación y buenas intenciones fundando una especie de ciudadela llamada Fridella. Allí, algunos valientes personajes, se han congregado para repartir helados gigantes gratis, paellas también sin pagar nada y bebidas para grandes y pequeños. Los señores y señoras más multimillonarios del mundo ya están haciendo fila y tomando buena nota: piensan hacer un proyecto gigante en los países más pobres y luego en los no tan pobres, para emplear el dinero sobrante en comidas de varios sabores y en licores viscosos. Así, crearán unas cintas infinitas para transportar los envases con esos alimentos a través de desiertos y praderas. Es posible que se empleee la energía solar, ya que no se sabe cómo se moverán tantas cintas a la vez y tan rápido.
En Japón, Ciudad de Tokyo Da Pela, en colaboración con China y junto a la India, en Calcuta con Fruta, piensan en hacer algo parecido pero submarino: tubos al vacío llevarán latas de comida sana  que sobre de este país a cualquiera que se lo pida y, por el camino, le añadirán energía de sabores. Esto es algo en lo que se están empleando horas y mucho esfuerzo por parte de la comunidad científica internacional. Esperemos que estos y otros tantos proyectos se aceleren este mes de diciembre de 2015 y que con la emoción de las fiestas navideñas y no navideñas (Inventalimento Party) se sigan emocionando con nuevas jornadas.

Fin.

1 de agosto de 2015

"Blanquillo y los 8 gatitos" (Cuentos sin Rumbo).

Blanquillo y los ocho gatitos. (Cuento de guasa).

Érase una vez un chico que estudiaba rezos y sermones. Su nombre era Blanquillo, ya que su rostro era puro y limpio cual los suelos de mármol de su amigo el Príncipe, del Reino de Nievespu.
El Príncipe Síman era un hombre noble y muy bueno, que gobernaba para bien en toda la Comarca, casado con una tal Blancanieves de los Cuellos Altos, pues cuenta la leyenda que sus antepasados llevaban unas camisas de cuello ancho y de sastrería muy anticuada. La muchacha era también buena y amable como un turrón, pero siempre se tapaba con medio velo, pues era demasiado famosa. Eres malpensado si crees, al leer esto, que me refeiero a algo raro sobre su silueta. Es tal y como escribo: que llevaba los cuellos altos.
Blanquillo siempre se preguntaba por qué Blancanieves, la joven princesa, siempre intentaba desaparecer: ¿será que es fea? -pues no, repetíase tras rezar en alto una oración- que la había visto en el baño desnudita y era guapilla- se contestaba él sólo. Blanquillo prefería los suelos de varios colores, tal cual y no los de pintura blanca, como se estilaba en aquella corte. Entonces, el príncipe le preguntaba: -¿Por qué rezas ahora, sin venir a cuento, Blanquillo?-
Cuando era pequeñín, en el parto,  había nacido blanco, cual la nieve, pero sonriente como él sólo. Era tan bonito y guapo que las chicas y gentes corrían tras él arremolinándose y formando coros. Esto hizo que Blanquillo se retirase a los llanos y praderas a decir misas a cambio de oro y pequeñas cantidades de miles de monedas. Tenía una casa moderna y hacía merengues, pastas y pasteles, pero eso sólo lo sabían Blancanieves, el Príncipe y algunas personas de alcurnia del pueblo y algunas aldeas vecinas. Era su casa modesta, grande pero sólo con veinte cocinas, amueblada pero sin polillas, bien pertrechada pero con almohadillas...
Solían beber muchos licores en copas pequeñitas, con unas pastas de té para acompañar. Estas pastas las hacía el futuro pastor de misas y plegarias personalmente en su modesta casita (en las noches oscuras a solas, con su gran velón y su  libro algo mágico, con grandes viñetas de colores y paisajes relacionados con su cocina y su baño con motivos pastorales).
Las tardes del viernes, las pasaban todos juntitos comiendo pastitas de té y removiendo pizcas de nata. Luego, bebían de las copitas de licor y comían pastas y galletitas, hasta que se enteró la bruja Mar, que copió esta costumbre en su gran casona de Rones. Allí, iban a visitarla dos viejas roqueras con bastón que decían "que el rock nunca moría, que el rock siempre vivía, ¡viva el rock'n'roll!"Y nada más decirlo se quedaban dormidas como troncos y roncando.

De la envidia que le entró a la Bruja Mar, cogió una cesta con alfajores, turrones y chocolates de licor (envenenados, caducados y de los más baratos, claro) y se los fue a llevar al cura-pastelero, que estaba cansado de comer dulces, y  que por aquél entonces ya era casi una eminencia dando sermones. Todo de una vez; y "se marchan ustedes para su casa. Amén".
"¡Toc, toc , troc!" -sonó en la puerta- El pastor abrió la puertecilla asombrado y exclamó: ¡A estas horas! ¿Pero quién será, el molinero? ¡Virgen Santísima! ¡San Wenceslao! ¿Pero quién será? Y abrió encontrándose con ... ¡Un enanito y siete gatitos; miau miau! -¡Cosa rara!- Pensó para sus adentros más íntimos.
No era un invento de la bruja, como algunos pensarán, no, no. Era un enano de un circo lejano que actuaba en un teatro con los siete mininos y que se había perdido en el bosque, apareciendo luego por aquellos parajes recónditos. La luz de la luna lo había llevado hasta allí y había tocado para pedirle agua, zumos y leche frita para los gatos.
El pastor Blanquillo respondió al enanito: ¿Acaso cree usted que yo tengo una vaquería? ¿Viene usted con Rómulo y Rémulo, desde Roma, para que yo, humilde de mí, los alimente?
El enanito, asustado y asombrado, huyó despavorido, sin darse cuenta de que iba directo hacia la casa de la malvada y avarienta bruja Mar. Allí, ésta les abrió la puerta y les sirvió leche, dulces, refrescos y hasta embutidos. Cuando dormían, les puso espray para que despertaran muy malhumorados. Tan mal se despertaron, que se fueron por donde habían venido y no recordaron que Blanquillo les había prometido ir a una lechería y visitar un palacete con jamones serranos, hamburguesería, yogures y quesos varios. Además, había dicho que todo lo iba a pagar de su bolsillo porque le encantaba el teatro de Lope, de Las Vegas.
Entonces, la bruja, disfrazada de jovenzuela admirable con lazo cordobés en la cabeza, tocó con mano diestra la puerta y le dio fuerte a la aldaba para que se oyese, ¡hala! Ella, muy dicharachera, va y dice: "Que me' he tropesao con un enano y me ha dao por vení pa'quí que estoy mu'mala mu'mala y solaaa, hijo".
Blanquillo, por no echarle la puerta encima, le respondió con su mismo acento andaluz granaíno:
-¡Pues entra pa'dentro hija, ay, qué pintas! ¡Yas tás tardando, quilla! La bruja se rió con tantas ganas que se le cayó el disfraz y todo el careto y ¡cataplán! El cura se dio cuenta pero no dijo nada sino que pensó como una vieja hubiera pensado. Además, se dio cuenta de que había nombrado al enano y que traía el corsé y el abrigo lleno de pelos de gato y plumas de ganso desplumado. -Había hecho una sopa de ganso y esos gatos se han divertido de lo lindo en la cocina -pensó. A todo esto añadió: -Siéntate, que te preparo un filete empanao, niña ¡Como tá la cosa mu mala, encima eso!
- Y le dio unos boquerones mientras tanto, para que fuera abriendo boca. La bruja se fue olvidando de que era jovencita y se fue envalentonando, de forma que se le notaban las arrugas y también las verrugas. Empezó a perder la compostura y dijo así: Mira, Blanco, ¿quieres mis ricas sandías en cesta? ¡Uy! ¡Pero qué digo! ¿Quieres manzanas? ¡Traigo manzanas! -empezó a gritar en voz alta-.
Blanquillo, algo boquiabierto, se quedó pálido y miró. Como la bruja se dio cuenta de que la había descubierto, lo intentó estrangular con el pañito de las gafas que encontró a su lado, pero como no pudo, desistió. Le pegó con la tapa de la cacerola, pero Blanquillo se defendió con su "espada-tenedor".
Mientras, entraron de repente los gatillos del enanito por la puertezuela, y se le echaron a la bruja sobre los pelos y por el cogote. El enano, Telmo, la tumbó en la alfombra de teatro y le esparramó el azúcar sin darse cuenta, casi una saca entera.

Ocurrió lo inesperado: La bruja, mala, envidiosa y algo ligera de sesos, se empezó a volver amable, risueña, alegre mas inteligente como nunca antes. Se levantó y besó con ternura a Telmo. Tan bien le sentó el azúcar, que empezó a dar clases de baile en su casa y dejó su mala vida de costura, abstinencia  y vaguedades de otros tiempos medievales. Empezó a hacer dulces, a comer fruta y a cuidar su figura. Se sentía renacentista y barroca toda ella. Se compró un acordeón y tocó para el gran público, en salas y con pantalones.

Así, de esta manera, se casaron locamente enamorados Telmo y la maravillosa Mar. Tuvieron dos hijos y no por azar. Pusieron una roulotte junto al hogar y más cosas. La bruja se hizo medio-hada y empezó a querer un poco a los animalitos y seres del bosque, aunque seguía siendo algo descuidada. Ambos amaban a sus hijos como si fueran recién nacidos y los mimaban todos los días. La gente la admiraba porque era estupenda, menos en el taller, que era una loca como una cigüeña, ¡eso sí! -decían las malas lenguas- "esta mujer, cualquier día estalla un artefacto y nos mata todos".
Sus amigas del grupo de rock se enfadaron con ella y se metieron en uno de "heavy-metal", pero no aguantaron ni una tarde, porque los jóvenes tocaban tan moderno y fino, que se quedaban las dos dormiditas y enamoradas de la moda juvenil. Mar sólo hacía mucho ruido en su taller con las herramientas. A veces, reparaba los juguetes del niño Rolls y la niña Royce.
El aparato de Mar nunca llegó a estallar, sino que el molinero incorporó el motor con Rolls y Royce, que Mar ayudó a construir contentísima. Como sus aspas no batían y el motor seguía moviéndose, a los dos días, estalló con un gran estruendo, con veinte caballos dentro, y se llenó todo de nívea harina. Nadie resultó herido, ni nada grave pasó, pero desde entonces el pueblito pasó a llamarse Blancaharinas del Molino. Los sacos fueron volando al Cielo y cayeron porque un ángel no los aguantó más. Los caballos Pegaso se convirtieron en remolinos de hielo y nieve en las alturas en honor de Jesús el verdadero Cristo.
El nuevo cura, pastor o sermoneador solía ir noche sí, día no, a casa de Telmo y Mar, pero prefería guardarse las copitas de licor (flojas de alcohol, decía) para acompañar con las pastas de Blancanieves y el príncipe Síman. Los tres eran casi uno por tanta amistad cultivada y tantos ratos de copichuelas.
Al final, como todo era blanco, Blanquillo se cambió el nombre por Otto, Blancanieves por Chus y el Príncipe se quedó como estaba, feliz aunque dudoso del nombre de Blancaharinas. Quería ponerle Negrotón, pero la princesa le dijo que no, que ese era un nombre feote para un pueblo de cuento, que para eso le pusiera Rojo o Verde y que colorín, colorado, ¡este cuento, se ha acabado!

N. B.: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Esto es así porque no hay gente que se llame Blanquillo ni nada por el estilo.

15 de junio de 2015

"El Cuento Que Se Escribía Sólo."

Érase una vez un cuento que comenzó a escribirse solo.
Empezó en menos de un minuto, por ordenador, y se publicó también sólo por ondas, en varias páginas de las redes informáticas, aunque con mucha más fama en diversos libros y libretitas que se imprimieron solos en multitud de imprentas de diversos puntos del mundo. Esto pasó hace muchos años, pero aseguran que así fue. Yo no lo sé, pero me lo dijo una escritora de buena fe.
Dicen que se reunieron el Prólogo, el Contenido del Cuento, el Desenlace, los elementos de ficción, las leyendas y los personajes principales en una enorme sala con ventanas ojivales, hechas en piedra.
En el centro de la gran sala, se disponía una gran alfombra persa con pequeñas mesas y sillas cómodas y servicio de meriendas para los Párrafos, las Líneas y las Palabras del Cuento.
Como era un Cuento de Paz, también fue invitada la Historia y la Novela, así que todos sonreían contentos como ellos solos.
A través de las ventanas, de cortinas de tela sedosa, se veían paisajes de un brillo desmesurado. Según iban pasando las primeras horas de la mañana, se iban distribuyendo los Personajes, junto con los Resúmenes, las Moralejas, las Fábulas, que, por cierto, estaban bien pertrechadas con corbatas de verde pradera, pantalones de pana, camisas de tela marinera y perfume de tulipanes irlandeses.
La música sonaba en un pequeño escenario al fondo, entre un par de columnas corintias y un friso de fondo ordenado y simétrico.
Mientras merendaban dulces y frutos secos  o almibarados, bellas doncellas con bigotes de felino se colaron desde otro cuento y repartieron libretas pequeñas de colores.
Finalmente, llegaron lápices, bolígrafos, plumas, rotuladores y otros materiales de distintas partes del mundo, y empezaron a escribir en estos papeles que antes nombramos. Así, se dibujaban las letras, palabras y frases que iban formando un cuento muy divertido para niños y mayores.
Cuentan que en esos cuadernos, terminaron una Gran Historia que ha llegado hasta nuestros días. Todavía existen lugares con seres coloreados que imprimen sin parar miles y miles de libros del Cuento que se escribía solo: Va cambiando de páginas y de letras sin parar y cada vez va más y más rápido.
Y colorín colorado, esta historia se ha acabado.

17 de diciembre de 2014

Cuento de Příchod.

Cuento de Příchod.

Érase una vez que se era, un niño checo al que sus tutores pusieron por nombre Příchod, que significa "algo que viene".
Eran sus tutores unos alfareros, cantantes y joyeros, porque sus padres dejaron al bebé en una cestita un día de octubre muy frío y lleno de hielo en las calles de Chequia. El grupo de música, por llamarlo de alguna forma, se hizo cargo del bebé hasta que cumpliera los dieciocho años. Bueno, era un decir, pues lo querían tanto que daba igual si llegaba a cumplir noventa años y ellos ciento treinta y ocho, ya que seguirían queriéndolo como a su hijo de toda la vida.

Aquel otoño, Příchod fue vestido de copete y llevado a los Juzgados para ver qué se decidía sobre él. Hicieron de padre y madre Peter y Hanna, pero, en realidad, todos los días, terminaban calentando biberones, haciendo papillas, hirviendo agua y comprando jabón suave. Más tarde ocurrió de forma parecida pero no igual, con uniformes de colegio, ahorrando para libretas, libros y siendo la gran familia adoptiva de Příchod.
Él nunca se quejó de nada y siempre se mantuvo sonriente hasta en los peores momentos: cuando unos gamberros lo amenazaron con tirarlo al río con su bici, cuando cogió un fuerte sarampión que casi lo mata y cuando dijo sin pensar que quería una democracia avanzada en su país, que era comunista por ese entonces. Los músicos no se lo podían creer, así que tuvieron que decirle que había democracia, pero que estaba siendo analizada en un laboratorio polaco por los Curie -que ya habían fallecido hacía décadas-.
Un año, tuvieron que cambiar todo el taller y dedicarse a varias cosas a la vez. Sólo a dos de ellos y a Příchod les apasionaba poner discos y toda clase de música de la mejor durante las Navidades, que algunos años eran abundantes y felices, pero otros, demasiado frías, aunque animadas y llenas de golosinas, buñuelos, caldo de buey y té. Mientras, Hanna, Peter y Paola se iban a cantar a otros países y se quedaban el tío costurero y la tía joyera a cuidar al niño, pero el frío entraba por las rendijas y Príchod echaba mucho de menos a los demás. Por eso, no paraban de llevarlo al lago al mediodía, de darle sopas y de ponerlo a bailar con los discos que guardaban celosamente en las cajas de madera escocesa.
El muchacho, enorme para ellos que eran más bien bajitos pero muy fuertes, sabía tocar el piano con soltura, aunque no hubiera aprendido sino algunas nociones de Solfeo. También se atrevía con la guitarra y algún que otro instrumento de su escuela. 
Lo peor era que no podía decir que sus padres eran unos músicos o unas buscavidas, porque el Estado de entonces lo podía enviar a un Reformatorio, a una Escuela distinta y lejana o a una Estatal no sé sabe dónde. Sin embargo, Příchod era prudente como el que más y conoció a grandes amigos y amigas en educación superior.
Un año, entraron en democracia. Entonces, el chico dijo a su familia: -¿Con que estaban analizando el método los Curie? ¿Y cómo se pega, como la radiactividad?-, dijo entre risas al llegar a casa. Tenía un sentido del humor contagioso, era alto y delgado, de ojos marrones claros y cabello liso, castaño, que solía cortarse al estilo Bee Gees, aunque ya fueran los años 90. 
Příchod se sentía un aventurero nato. Le gustaba viajar y conocer mundo. Fue así como viajó a Eslovaquia, Rumanía, Alemania, Bélgica, Holanda y Reino Unido. Luego, con una beca pudo ir a Francia, España e Italia. Ya cuando todos eran checos y no checoslovacos juntos, estudió turismo y trabajó en una Agencia de Viajes en su misma casa: Habían reformado la parte delantera de taller a oficinas, ya que el río cercano era ahora un paseo y muchos restaurantes y bares se habían establecido en esa parte vieja de la pequeña ciudad, campestre y tranquila. A ese lado del río, praderas verdes, ganado, pastos, bosques y casas rurales seguían su vida desde hacía siglos, hasta que llegó el gelopuerto, que era un puerto para barcos de vela que se deslizaban sobre el hielo mediante varios sistemas de cuchillas, que cambiaría toda su vida y la del resto de residentes de la ciudadela para bien. Allí conoció a su novia, K Ziskat


Una mañana fría de diciembre, se enteró por la prensa y por su novia, K Získat (que significa llegar), de que la Navidad había comenzado. Casi sin pensarlo, se casaron por el rito del alambique y también por varias iglesias y religiones, aunque en un taller de costura que tenían unos amigos y lo celebraron por todo lo alto. Invitaron a muchísimos vecinos y amigos. Comieron de todo, ya que habían traído víveres de varios países durante el verano. La fiesta fue grande y animada. Hubo tanto espacio en la vieja fábrica remodelada, que algunos se pudieron quedar a dormir la fría noche primaveral con sus sacos de dormir y mantas de lana que quedaban en la industria. El patio central sirvió de Patio de Ceremonias y las oficinas de dormitorios. Donde se trabajaba tejiendo, se instaló el comedor-sala, y en el que fuera un gran almacén, con grandes cubiertas de cristal y bóvedas naranja, se instalaron las cocinas eléctricas o de gas, las mesas donde muchos invitados dejaban regalos comestibles y bebidas.
A eso de las siete de la tarde, todo estaba preparado para el convite. Algunos funcionarios de la Alcaldía pudieron ir, pero no dijeron nada a nadie más. 
La Luna de Miel les duró más de un año entero y no se sabe bien por qué sitios pasaron. 
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

14 de octubre de 2014

El jaquecoso Cuento de Sonia y la Pintura.

Queridos niños y niñas: 

En este cuento de hoy, les relataré lo que le aconteció hace muchos años a una niña turolense (de la Provincia de Teruel) que se llamaba Sonia y que acudía a una de las mejores escuelas públicas de todo el norte español. Era la mejor escuela porque había pocas como aquellas, porque tenía muy buenas amigas y amigos y porque los profesores y profesoras se portaban con ella como si fueran padres y madres con Sonia y con el resto del alumnado.
A Sonia la cuidaban su madre y su tía, pues su papá estaba trabajando en Sudáfrica.
Los fines de semana solían ir a Madrid a ver a los abuelos, que vivían en un piso enorme y moderno, ya que se dedicaban a la venta de automóviles de poco uso provenientes de Alemania. Eran más bien ricos y mimaban mucho a Sonia y a sus amigos y amigas.
Cierto día, estando Sonia en clases de dibujo, un maestro reprendió a una compañera suya, Margarita, diciéndole: "Margarita, por favor". Margarita se rio y corrigió su error. Sin embargo, Sonia, que aquel día apenas había dormido entendió que el profesor le decía a ella: "Sonia, ¡por favor!". Sonia se preguntaba muchas veces qué cosa le pedía por favor el profesor que no era ni siquiera el tutor de su aula. Su amiga Margarita se había olvidado de lo que le pedía y se olvidó de todo. Sin embargo, como Sonia era muy inquieta y estaba en la edad de hacerse muchas preguntas seguía intrigada.
A partir de ese día y los siguientes, Sonia se apuntó por su cuenta en dibujo y comenzó a pintar y delinear cada vez más y mejor. Estaba hecha casi una artista y admiraba medio atontada a su nuevo profesor, buscando siempre su aprobación. Él, que no tenía un pelo de tonto le decía siempre: -Sonia, atiende a tus tareas.
Pero ella le respondía: -Sí. Ya hice los deberes.
Así, hasta que un día su tía se dio cuenta de que iba a suspender casi todo. No regañó a la niña, pero sí tuvo la suerte de hablar con ese profesor, que le contó lo de sus clases. De esta manera, Sonia pudo entrar en una Escuela Municipal de Pintura y convertirse en artista. Y no contenta con esto, años más adelante, se matriculó en la carrera de Arquitectura, en Diseño, en Arte Contemporáneo, en Historia y terminó varias carreras a la vez, ya que era superdotada, aunque tan sencilla y noble que nunca dejó de llamar a los amigos que tenía tiempo de ver.
El único problema del que nadie de la familia se había enterado era que la chica, ya de grande, iba al hospital donde estaba ingresado su viejo profesor, recuperándose de una enfermedad, para que le dijese si sus bocetos, cuadros, proyectos y hasta planos de aeropuertos valían o no valían.
El profesor Demetrio estaba hasta la coronilla, pero, por amabilidad y condescendencia a la que fue una alumna que aprendió a pintar casi de milagro, le escribía, le grababa en cinta de casette y le firmaba todo lo que hiciera falta para que supiera que él estaba de acuerdo con lo que ella hacía. No es porque su padre no se lo dijese: Ya de vuelta en Teruel, le había hecho y pagado para que su hija celebrase una fiesta por todo lo alto y también, para realizar una exposición en Buenos Aires, París, Londres, Nueva York y Bérgamo, pero ella seguía igual de tozuda.
Un día se encontró, en una exposición suya, a su amiga Margarita, la cual pintaba de una manera excepcional, pero con un trabajo y una vida más ajetreada que la de ella misma.
Tomando champagne y palomitas de maíz con caracoles en la exposición de pintura, hablaron mucho sobre sus vidas y Margarita le dijo, sin que su amiga le preguntase, que aquel profesor de Dibujo le dijo cierto día que por favor hiciera las líneas de las montañas más suaves y las de los edificios y casas más rectas.
Entonces, Sonia le explicó todo el malentendido de su infancia. Ambas se rieron mucho y se fueron después de la exposición a un pub turolense a tomar refrescos de limón y papas con mojo picón canario. Las dos eructaron porque el mojo estaba fuerte, pero dijeron que en la vida, nunca se sabe cómo terminan las cosas.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Por cierto, el profesor está muy bien. Se jubiló y ahora no pinta sino que escribe novelas tamaño bolsillo.


14 de agosto de 2014

La niña Arga Masa.

Hace muchos, muchísimos años, antes de que la Historia muy antigua se llamase Prehistoria, y cuando los continentes y los mares eran distintos a los de ahora, existió en el planeta Tierra una niña llamada Arga de nombre y Masa de apellido. Sus amigos la conocían por Argamasa porque así recordaban ese bonito nombre más fácilmente.
Argamasa vivía donde ahora está el mar profundo, muy cerca de las Islas Canarias, aunque en aquellos tiempos tan remotos, no se sabe bien cómo era el lugar donde vivía. Había plantas más exuberantes y grandes, más animalitos y agua que ahora. También había más frío.
Los padres de Arga se llamaban, en el lenguaje de aquellos tiempos, Cose y Dora. Se dedicaban a coser y crear materiales y ropa para las personas, las cuales eran algo distintas a las de ahora. Como había muchos restos vegetales de las plantas que caían y de animales que morían y dejaban su piel como si fuera un forro, podían unir trozos y hacer hasta grandes impermeables para los largos días de lluvia.
Los padres de Arga eran muy buenos y complacientes, pero un día, la pequeña Arga se enfadó con ellos porque ella no quería ser tejedora de los quinientos trajes por minuto como sus padres. Ella quería ser pintora de murales sobre piedra como su vecina Troca.
Ese día, Arga estaba tan triste que se alejó de las casas modernas (que así se llamaban) y se fue a la zona donde solía haber algunos buscatesoros. Estaba tan triste que ni se había lavado el pelo con jugo de algas marinas del olvido que tenía. Arga se escondió de una repentina lluvia y de unos rayos fuertes en una cueva y sin querer, tropezó con un cuerno enorme que jamás había visto ni ella ni nadie.
A los dos días (y un día para Arga -la tierra giraba más despacio en ese entonces y la gente no se mareaba tanto como ahora-) la niña se lo contó a un amigo suyo llamado Gala de nombre y Xío de apellido (aunque todos lo llamaban Galaxio). Galaxio se dirigió con Argamasa por un lago de aguas termales con olor a minerales en donde se solían bañar en las zonas más frías casi todos los días. Tomaron una balsa redonda que era una semilla de una especie de coco de la época y remaron hasta el lugar del cuerno. Con la misma pala, Galaxio movió la tierra que estaba muy fría. Su amiga lo ayudó y empezaron a ver unos huesos. Como se asustaron, llamaron a los cazatesoros,  que sin musitar palabra, desenterraron todo el resto de huesos. Habían encontrado a un dinosaurio, pero en aquella época se supone que los primitivos de antes de la Prehistoria no existían, y menos aún podían encontrar a un dinosaurio mediano enterrado en una cueva. Tampoco era posible que los hombres y mujeres aquellos le regalasen a los niños cosas muy valiosas y que les hiciesen fiestas, porque entonces la Historia de hoy en día no tendría sentido, así que vamos a imaginarlo todo.
Argamasa y Galaxio se hicieron famosos en todas las, digamos, "tribus" y pueblos de esos tiempos. De mayor, Argamasa pintó en piedras de todos los tamaños y formas a otros dinosaurios que siguieron encontrando en esas tierras. Arga había convertido a su aldea en un lugar muy famoso y visitado por todo tipo de seres, habitantes y microorganismos. Desde entonces hasta la eternidad fue inmensamente feliz. Fue la pintora más popular, famosa y fundamentosa de todos los tiempos de épocas que nunca han sido conocidas.
Miles de siglos más tarde, en estos nuestros tiempos ultra-modernos que no paran, unos expeólogos  y unos submarinistas margulladores encontraron por casualidad unos dibujos de varios colores, formas y dimensiones sumergidos en unas charcas de La Cueva de Los Verdes, en Lanzarote. Allí, se montó la de San Quintín y, desde entonces, siguen discutiendo por móvil y por carta que si los dinosaurios vivían o no junto a las personas o no. Como no se leyeron este cuento, siguen discutiendo y haciéndole tantas pruebas a las piedras que ya las tienen desgastadas.
Lo que no saben es que de esas hay por el mundo entero, ya que la Niña Argamasa fue tan famosa y querida que la imitaron pintando machangos con escafandras, gorros y sombreros, ojos enormes, etc. Esos niños de aquellos tiempos súper-remotos tenían igual o más imaginación que ahora y, ¡claro! Me parece a mí que se pasaron de la raya y ahora los científicos no se aclaran.
Es curioso, niños, niñas y mayores, pero hoy en día se emplea una palabra llamada argamasa para trabajos de escayola y demás. La misma palabra, significaba hace muchos años "lugar público". Debía ser como una plaza o un parque hoy en día.
Y colorín, colorado, este cuento se nos ha acabado.

CGFL. 2014.

2 de febrero de 2014

EL PROYECTO SANSOFÉ.


EL PROYECTO SANSOFÉ ¿Quiénes somos?

La Fundadora.


 Fue creado por un equipo de altos mandos militares gatunos infiltrados en el ejercito canario canarión y chicharrero de más alto nivel en todas las nueve Islas Canarias para detectar y decomisar drogas, detectar delitos informáticos, solucionar los raptos infantiles, detectar graves peligros, amenazas a bajos cargos y periodistas canarios o europeos, entre otras memorables y destacadas acciones de repercusión internacional.

La fundadora fue la famosa J. Fletcher (Agente 112, "La Rubia") que ya no se encuentra en activo y que por motivos de anonimato, no puede ser identificada del todo.




Actualidad y Nuevos Proyectos.
El Agente Fundador de la Gran Misión, Wifi F-007, pariente cercano de la recientemente retirada  (Agente Liz' 012) ha aprovechado estas fechas de principios del mes de febrero de 2014 para conmemorar las grandes hazañas de su predecesora y Gran Mandataria Mundial, que llegaría a crear un amplio abanico de agentes camuflados en Rusia, después de desmantelar a los perracos hitlerianos durante la Segunda Guerra Mundial desde Fuerteventura (Morro Jable) hasta Londres (Bloomsbury). A este proyecto se acaba de unir un detestable ser humano al que podemos ver en la foto adjunta más abajo. Se cree el gran jefazo, pero no es nada efectivo en este Gran Equipo. Aquí al lado, a la derecha, podemos ver a nuestro agente principal en servicio (Actualidad Informática y Comunicaciones).



El nuevo proyecto secreto de alto nivel es el de infiltrar a nuestros amigos gatunos en el Pentágono de los EE UU para desactivar los misiles más peligrosos y evitar así más guerras. Sin embargo, los lectores y lectoras más ávidos de este Proyecto, deben saber que, al ser secreto, no deben nombrarlo bajo ningún concepto, a no ser que hablen con sus mascotas habituales: perritos, conejitos, gatitos, hurones y huronas, pajaritos enjaulados y sin enjaular, serpientes y serpientas, etc.

También, planeamos infiltrar a gambas marinas para que se introduzcan en los baños del Kremlin y nos informen de los que planean las altas esferas de ese gran país que anda algo cojo.
La Jefa de Sección de Pichones, Paloma Columba, ha declarado que colaborará con nosotros, echando un vistazo en la Santa Sede (el Vaticano) para ver qué se cuece por esos lares.
Por ahora, no podemos desvelar más información importante de este gran Plan Mundial de Pacificación, Culturización, Mejoras y Reparaciones del Mundo.

Esperamos que nuestra página web haya sido de vuestro agrado y seguiremos informándoles de cualquier novedad novedosa que pudiera surgir o resurgir.

El Redactor Jefe Provi:

Wifi F.



 



4 de julio de 2013

Las Islas Gurmitis Cambian.

CAMBIOS EN LAS ISLAS DE GURMITIS


Me enteré porque me lo dijo un perrito saltarín. Al parecer, en las Islas de los Gurmities o Gunmitins (no sé cómo se dice, pero sé que es importante para los niños y niñas que las tienen), va a haber muchos cambios...
Habrá democracia de la buena y los gurmities van a ir vestidos con telas de lujo, collares y joyas, si quieren, claro.
La presidenta de las Islas y riscos gormitenses volverá a gobernar hasta que haya nuevas elecciones. Ella prohibirá las guerras, los asesinatos y la maldad dominante en ellas. Además, va a haber una serie de planes para todos los gormiteños y gormiteñas:
-Se repartirán calzones gratis para los que no quieran ponerse nada. De esta forma, los tendrán guardados en sus armarios para cuando los necesiten. Habrá tallas muy grandes con cuerdas ajustables para que se ajusten estos calzones.
-Se repartirán camisas y camisetas de tallas anchas y grandes para aquellos que deseen.
-Para las mujeres gormiteñas habrá faldonas enormes o pantalones anchos también.
-Ropa interior.
-Los que quieran guerrear, se irán a la esquina del viento, pero ellos solitos y se pegarán, dispararán rayos y pedruscos, pero sólo unas horas al día y sin molestar a los demás.
-Servicio de lifting y dentistas gratis. Masajes gratis. Talleres de relajación y anti-estrés a cargo de "la Presi". Habrá también zumos, comidas abundantes y manicura a domicilio.
-Taller de máscaras para los más feos. Limadura de colmillos.
-¡Especial! Noche de Halloween: ¿Quién da más miedo? Concurso en el sur de la Isla Grande.


La presidenta (que no es de origen gormiteña sino de otro tipo de nacimiento machangero y pequeñita), doña Elena Paz de la Peace, vivirá en una casa-choza junto a la casa de unos gurmities amigos que creen en la paz, en la solidaridad y en los valores gurmiteños.
Además, doña Elena recomienda que bailen, que se diviertan bañándose en las maravillosas playas y que hagan barbacoas con restos de palmeras de plástico que han sobrado de tanta guerra que han tenido durante su ausencia. Habrá, además, agua y farolas gratis, ya que la energía eólica y marina es tan potente, que daría para iluminar con electricidad a 5.000 islas como esas.
Lo peor es que los gurmities no conocen bien la luz sino para pelearse, pero la presidenta hará lo que pueda para que llegue un barco con linternas para uso casero.

Nota de prensa: se ruega a los gurmities que lleven alas que ayuden a apagar el fuego de los volcanes y de los bosques con agua de mar. Seguiremos informando sobre las novedades de este mundillo.

Bueno, niños y niñas, eso me contó el perro saltarín con dos ladridos que dio. :)

ÚLTIMAS NOTICIAS:

LA NIÑA REBECA VISITA EL ARCHIPIÉLAGO GURMITTI:  Según los Reporteros Infantiles Sin Freno (RISF), la Niña Rebeca, procedente del Planeta de Los Cuentos De Ulises, ha visitado recientemente la choza-palacio de la presidenta Elena Paz de la Peace. Varias fuentes que brotaban hablando desde la tierra con agua dulce potable y de colores -con sabores que nunca se habían probado en el Planeta Tierra- decían que esa niña era tan buena que había guardado cien mil litros de cada fuente para que los niños y niñas del Planeta Tierra pudieran probar el líquido maravilloso de las Islas Gormiteñas.



INVITACIÓN:

Los gurmiteños han cambiado mucho en un par de días, desde que han invitado a La Patrulla Canina a pasarse por allí unas semanas de turismo todo gratis.
Al parecer, las dos hijas de Cristina han estado tan emocionadas con la Patrulla Canina, que los gormitis, amables y contentos, los han invitado a todos a pasar unas vacaciones de invierno cerca del volcán que da calorcito.

Que pasen un buen invierno, ¡niños y niñas de todo el mundo!

22 de abril de 2013

CUENTOS SIN RUMBO: DÍA DEL LIBRO.

LA GALLINA DE UNA SOLA PIEZA


Esta gallinita, sí, era muy maja, pero muy especial: no era de carne y hueso como todas las gallinitas de la granja, ni tampoco vivía como las demás. Su cuerpo era robusto y redondito como una redoma de cristal. Tenía una cresta roja brillante, tan brillante que deslumbraba en toda la estancia, y un piquito chato, algo desfigurado pero también muy reluciente. Sus alas, pegadas al cuerpo: tan pegadas que parecían haber sido pegadas con "La Gotita" y... ¡Pobrecita! No tenía patas, sino que su cuerpo terminaba en una especie de plataforma lisa y plana, tal vez para acoplarse a la mesita de noche donde vivía. No tenías padres, ni amiguitas con quien pasar el rato. Sólo tenía a su dueña. Era una señora muy ocupada que no tenía tiempo ni siquiera de quitarle el polvo cuando el siroco visitaba la triste alcoba de su residencia. Sólo su dueña se ocupaba de ella para hacer el trabajo para el cual estaba destinada. Todas las noches le apretaba un botoncito que disimuladamente tenía bajo el vientre y a las siete en punto la hacía despertar. ¡Qué mísera vida! No comía, no bebía como sus compañeras... Sólo se alimentaba de unas pequeñas piezas mecánicas que se albergaban en sus tripitas. Un buen día, la señora llegó tarde a su trabajo pues la gallinita había perdido sus fuerzas, no pudiendo cacarear o despertarse a la hora programada. Su dueña fue muy cruel aquel día. Creyó que ya era un trasto inútil y que por su culpa la habían regañado en el trabajo. Fue cuando pensó suplantarla aquella misma tarde por otra infeliz como ella. La agarró con rabia, sujetándola fuertemente entre sus manos largas y afiladas uñas. Entonces fue cuando ella, muy asustada, creyendo que ya llegaba su final, sintió que desde su interior se desprendían unas finas gotitas de sudor. Sus piececitas mecánicas hacían un último esfuerzo por salvarla y se oyó un tímido balbuceo, un débil y tenebroso cacareo. La señora se llevó tal susto que lanzó un agudo grito y tiró a la desdichada protagonista de esta historia al suelo. Se oyó un chasquido seco y metálico, acompañado de un tintineo que se asemejaba a trozos de loza chocando contra las baldosas frías, y así era. Este sonido y esta sensación helaron a aquel ser especial en todas las infinitas partes de su cuerpo. Sintió escalofríos y exhaló un suspiro de muerte. En el aire, se percibió un siseo espeluznante de dos objetos que saltaban, subían y bajaban ante su impávida vista, que ya nublada perdía la consciencia de su existencia. Tan solo pudo sentir en su inconsciencia un canto melodioso que la lanzó hacia el abismo. La dueña, más tarde, se arrepintió de su insolente atrevimiento al comprender que con haber cambiado dos pilas de tan sólo dos euros hubiese solucionado el problema. Ahora tendría que gastar veinte o treinta para sustituir a su vieja gallinita a la que había tomado un afecto más que inusual.
© María de la Fe López P.



3 de diciembre de 2012

The Universal House of Children's Tales

(English Version)

The Secret Revealed these Christmas: Where Children's

 Tales are written? Santa's message.



Dear children from all over the U.K. and overseas, This letter is for you to know that you are not forgotten these Christmas. It doesn't matter whether your parents or tutors have got money or not -they need it for calling Mr Claus and make an appointment-, for we we'll do the best and continue writing Children's Tales for you all.
We will do it for free, though if you want to send a penny, it will be welcomed.

We've received the visit of Santa, yesterday Sunday, December 2nd 2012. He told us he was  very busy but, sure,  he will continue sending books for you all if you really want to read and enjoy with many new adventures. He declared that 'adults will also receive their books whenever children's books are asked first.'
He also said that he would not send new puppies (cats and dogs) if they are going to be abandoned and do not have the Identification Card of a Family Member's Card.

Before giving us some little presents we had 'a treatment' with us because books are not being very read or sold: He told us where The International House of Books for Children (or Tales' House) was situated. He gave us some clues. You can read them below.

 


I didn't understand him very much. We offered him some smooth wine with cake of 'Aunt Marple,' but he just drunk a bit and ate all the cake! He insisted on the same again: 'Our Company will work for free, but if parents do not read (coughing) we no longer will have children's books available. Nope! No longer... May I have some more cake?'
Clues:
- Palace, Queen Victoria, Ruins, Park, Crystal, Great 
Exhibition, 1854, Joseph Paxton.
Merry Christmas to you all!!

4 de julio de 2012

Cuentos Sin Rumbo: Quisito, Naira y Maíz.

LA PLÁTANO NARIA, EL MILLO MAÍZ Y EL TOMATE QUISITO.

LA CHICA-PLÁTANO NARIA, en la "mano de plátanos".


Éranse una vez un tomate llamado Quisito (de la familia de Exquisito), una chica-plátano llamada Naria (de la familia Canaria) y   un millo que era Maíz (de la familia Gofio). Los tres, vivían en la  casa del abuelo Cilantro y eran muy felices, hasta que empezó a haber mucho sol y una sequía terrible. Ese día, la vecina doña Papa, que tenía mucho dinero y era importante en todas las islas, fue a visitar a don Cilantro y le contó que le habían robado y que apenas tenía agua en su "Mansión Papa frita".

El millo Maíz junto a sus hermanitos cuando nació.
Doña Papa, en una foto familiar del 2001.


 






EL TOMATE QUISITO.



"MANSIÓN PAPA FRITA", CON LA CABAÑA AL FONDO.

EL ABUELO D. CILANTRO.



Al día siguiente, el abuelo Cilantro, les dio besitos a todos ellos ellos y les regaló llaveros, postales y muchos juguetes. Les presentó al gato Ramiro y les dijo con voz firme y alta: háganle caso siempre a Ramiro, porque os llevará de viaje. Será un viaje muy largo, pero se van a divertir mucho y van a tener agua y fresquito.
Los pequeños Quisito, Naria y Maíz y Millo lloraron desconsoladamente, hasta que Ramiro el gato les dejó un pañuelo a cada uno de ellos. Entonces, se fueron a Gando, en Gran Canaria y Ramiro los subió en su lomo. Se agarraron muy fuerte a su pelo y se subieron al maletero de una guagua. Allí, vieron al señor don Ajo de Alicante y a doña Naranja de Valencia, que estaban durmiendo en una bolsa de playa.
Cuando la guagua paró, Ramiro corrió lo más rápido que pudo y saltó dentro de una avioneta. Allí mismo se puso su gorro de aviador y les dijo a sus amigos que se abrochasen bien los cinturones. Todos tenían mucho miedo, aunque Ramiro les dijo: "miaauuu, miaauu, miii", que en el lenguaje gatuno quiere decir "tranquilidad. Todo va a salir bien porque llevo pilotando avionetas 10 años". Les dio un Clipper (TM) de fresa a cada uno y puso en marcha la avioneta con Maíz, Quisito, Naria (que era la menos miedosa) a bordo. Ramiro el gato dio un gran acelerón porque había mucho viento y despegaron casi a punto de tropezar con un avión de Iberia. Así se le quedó la cara a Ramiro en ese momento:


Ramiro cuando casi choca con el avión de Iberia.


Después, Naria, Quisito y el millo Maíz se quedaron dormiditos. No sabían que habían volado durante muchas horas hacia el norte sobre España, Francia y Alemania hasta que los despertó Ramiro para avisarles de que aterrizaban en Dinamarca para repostar, que es ponerle gasolina a la avioneta. 
Los tres se quedaron asombrados. El tomate Quisito vio de repente salir del precioso paisaje verde a un perro llamado Lolo y se empeñó en ser su amigo. Lolo, le dijo "gua, guuaauu", que quiere decir, "si quieres quedarte en este país, puedes hacerlo. Quisito dijo que sí y se despidió de sus amigos diciendo "Farvel!", ¡adiós! Para quedarse en Dinamarca, fue con el perrito Lolo (de la familia del Sr. Felipe Val) al mercado y allí le daban 30 € por ser canario, guapo y fresco.

El perrito Lolo en Dinamarca lleva a Quisito al mercado.
Después de repostar, siguieron su viaje hacia Noruega. Llegaron pronto y bajaron de la avioneta en Oslo, la capital de ese país del norte. Allí, el millo maíz pasó por el mercado y lo compraron por 10 €, por ser canario, guapo, natural y salado. Vivió muy muy feliz y le hicieron una fiesta con otros millos de colores. Ramiro, dijo a Naria, la plátano canaria, que se sujetara fuerte y corrió otra vez como nunca. Se subieron a un barco enorme y llegaron a un puerto donde hacía mucho frío. Después de que la gente saliera del barco, ellos dieron un salto y llegaron a la pescadería. Ramiro habló en inglés con un pulpo que le dijo que la niña bonita, la plátano Naria iba a vivir de lujo, en una mansión gigante con frutas tropicales, pero sin pasar frío. Así, pasaron los años y Naria aún hoy recuerda cómo en el año 2012 valía 30€ en Noruega y en Canarias no valía ni un céntimo de euro.
Justo allí, pudo visitar a la abuela doña Cilantra, que no había conocido nunca, y que era la esposa de su abuelo Cilantro.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
De parte de Lolo, el perrito de Dinamarca, que lean mucho este verano, que hagan caso a sus padres y a sus madres y que se porten bien. Adiós.
La abuela doña Cilantra conoce a su nieta Naria en Noruega.


(C) C. Gustavo Ferrera López. Las Palmas de G. C.






7 de junio de 2012

Cuentos Sin Rumbo.

El Ratoncito Pérez Se Entera De La Caída Del Diente De La Niña Guapa de Canena

Érase una vez, una niña muy guapa y buena que vivía en Canena (Jaén), que había perdido un diente.
El Ratoncito Pérez, que estaba de vacaciones en los Fiordos Noruegos se enteró y cogió el primer avión hasta Sevilla lo más rápido que pudo. Como era muy bueno, sacó su dinero ahorrado en la alcancía para dárselo a la niña.
Dando saltitos, se montó en el autobús de Sevilla a Jaén y, en muy poco tiempo, llegó a casa de la chiquitina. Le vino bien llegar de noche. Entró por una rendija, se coló y le dejó su dinerito a la niña.
Y colorín, colorado, en Colorado (Estados Unidos) ¡ni se han enterado!

1 de junio de 2012

Cuentos Sin Rumbo: Perrito Tavitto, Inma y Javi.

LOS PERRITOS TAVITTO, JAVI Y LA GATITA INMA.
LA GATITA INMA EN SU SOFÁ



Érase una vez un perrito llamado Tavitto que vivía en un pueblo grandísimo de las Islas Canarias. Desde que se levantaba hasta que se acostaba, se pasaba todo el día haciendo tareas en su casa, en el campo y por Internet. Una de sus favoritas era la de majar almendras para luego hacer con ellas unos dulces que una amiga, la gatita Inma le iba dictando por Radio en Internet en "Cadena Axarquía", en Vélez, Málaga, junto con el perrito Javier Rojo, locutor, y la chef, que era la gatita Inma.
El perrito Tavitto machacaba la cáscara dura de esas almendras que recogía del almendro, el árbol, para luego sacarlas, colocarlas en un recipiente y hervirlas un poco para poderles quitar su otra cáscara. Así, conseguía hacer los pasteles sabrosos que Inma y Javi le dictaban desde muy muy lejos por esa radio.


Perrito Javi Rojo en Cadena Axarquía.
El perrito Tavitto con su amo.
Cierto día, el perrito Tavitto estaba haciendo de "oreganista": quitando el orégano de las ramas de esa planta que se utiliza en las pizzas para darles muy buen sabor, cuando sonó el teléfono muy fuerte. Lo descolgó y ¡madre mía! ¡Eran sus amigos Javi e Inma de la radio, de Murcia! Se puso tan contento que después de hablar con ellos, hizo 500 tartas de varios sabores y las regaló por todas las Islas ¿Queréis saber de qué las hizo? Pues de almendras, de manzana, de merengue, de limón fresco, de vainilla, de melocotón, de sandía, de fresas, de queso, de higos picos, de verduras, etc. También hizo queques (bizcochones) de varios sabores.Al final se quedó sin harina, sin huevos, sin leche, sin azúcar, sin chocolate, sin fresas, sin una pizca de aceite, sin yogures, sin piñas y sin nada. Sin embargo, la buena gatita de Inma le mandó por Correos todos esos ingredientes y más en grandes cajas de madera, y así se convirtió en el pastelero más famoso del mundo entero.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

Pd. Dedicado a Inma, Javi Rojo -y sus sobrinos-, Santi y compañía.

30 de mayo de 2012

Poema de agosto.

"Último día de Agosto"
Parque de Arucas, junto al Parque de Silverio, antepasado nuestro










Vamos papá, mamá, Mirita y yo,
De paseo por la isla,
Todos camino del campo,
El campo de Firgas, si es que queda...
El paisaje va cambiando,
La Goleta, va pasando,
Viejos recuerdos de antaño,
Estanques, ingenios, molinos (una obra en miniatura).
La carretera ríe, de barbarie: "¡mira lo que quedó, Gustavo,
Mira bien tu pasado, y tú imagina!".
De los riscos robados, los Campos desheredados,
Arucas se va olvidando.
Valleseco se va anunciando, con Zumacal más abajo,
Sin tanta máquina y su huella.
Ahora se respira el fresco, se ve la naturaleza intacta,
¡Esto sí es verde, esto si es campo!
¡Ya me huele que da gusto, ya estoy en Gran Canaria!
A pesar de tanta curva, valió la pena,
Mi padre corre y no hace falta.
El reloj natural vuelve a marcar un tiempo; imaginario.
Yo me repito, ¡esto sí es campo!
Arucas desde la Montaña homónima.
Isla de Gran Canaria. Municipios.
N.B.: Modificado el 30/05/2012 a las 20'15 para José Alberto el joven, Daniel, Garoé, Cecilia, Sofía y Arminda, con todo mi cariño, que no es poco. Dedicado también a mis tíos paternos y maternos.


DÍA DE CANARIAS, 2012.






C. Gustavo Ferrera López (Poema original dedicado a José Alberto, mi primo el joven).

29 de mayo de 2012

Cuentos Infantiles Sin Rumbo

LA AMISTAD DEL PERRO GAROÉ Y LA GATA GUACIMARA (POR EL DÍA DE CANARIAS)
El perro Garoé y la gata Guacimara

Islas Canarias (hechas con material volcánico)


Érase una vez, un perrito llamado Garoé, que era nacido en Gran Canaria, la Isla que está frente a Tenerife, y una gatita llamada Guacimara, que era nacida en Tenerife, la Isla que está también en frente de Gran Canaria.
Garoé, el perro, era un animal que de pequeño se quedó sin padres, y, por eso, siempre estaba dando la lata en la guardería de perros de Santa Brígida (un pueblo precioso de Gran Canaria). No es que fuera malo, sino que como no tenía cariño desde pequeñito, iba dando mordiscos y ladrando a los que no querían jugar con él a sus travesuras. Por ejemplo: desenterrar huesos que olían mal, morder el traje de los profesores, ladrarle a sus amos o comer y echar todo fuera del cacharro donde le servían los alimentos. Además, solía saltar de repente a la carretera y asustar a los coches, a punto de provocar un accidente.
Guacimara, la gata, no es que fuera buena. Ella vivía en una familia de campo, en Icod (otro lugar precioso de Tenerife), pero sus padres se habían ido a Fuerteventura (una Isla de playas y descanso de Canarias) y no se habían acordado de llevarla. Guacimara se tuvo que quedar con unos dueños que no conocía y se ponía a maullar en la cocina a las 4 de la mañana, cuando todos dormían. También arañaba la nevera, saltaba del sofá a la tele y se vestía de fantasma para asustar a los de la casa.
¿Saben lo que pasó? Pues que el día 29 de mayo echaron a  
Guacimara y a Garoé de donde vivían y los metieron en un barco de vela a la deriva. Lo que nadie se imaginaba era lo que iba a pasar... Los dos barcos chocaron en medio  del mar y, ¡claro!, los dos animalitos tuvieron que meterse en el mismo bote salvavidas, que luego el viento y el mar llevaron hasta Lanzarote (otra Isla del Archipiélago canario).

Allí, una vez en tierra, se olvidaron de todo lo que había pasado y de un salto se metieron en un coche que iba hacia Tinajo. El coche lo conducía un agricultor que quería mucho a los animales y pensó -¡qué lindos! ¡Como no son de nadie me los quedo yo!- En su casa, los bañó, les quitó las pulgas y les dio mucha comida y mimos. El día 30 de mayo celebraron el Día de Canarias en un pueblo llamado Haría por todo lo alto (pueden ver la foto del pueblo abajo).
Desde entonces, Guacimara y Garoé viven felices en Tinajo, Lanzarote, y se portan muy, pero que muy bien.
Portal "Conocer Lanzarote". Excursión de los animalitos a Haría.

Los nuevos amigos de Guacimara y Garoé: Pinto, Ponte y Bingo.














Entrada destacada

Suzi 4, The Rolling Stones and Totalitarism.

Last September, I was looking for some good music to listen to, when I heard something I was fascinated for: What it was? It sounded like...